Mis viajes con Golfo.
Hoy por fin he dormido medianamente bien. La ciudad sigue encapotada, perezosa, casi como si ni siquiera tuviera ganas de llover. Esta mañana he ido a la playa con Golfo. Me he pasado media hora tirándole un palo. Él corría por la arena contento. Había algunos barcos en el horizonte, hacía frío. Me gusta la playa en invierno. He pensado que ahora que tenemos tiempo, yo estoy en el paro y él siempre está disponible, vamos a ir muchas mañanas. Lástima que el perro sea hiperactivo, bueno, lo sé, y un poco desobediente, si no me podría plantear un viaje a la manera de Steinbeck con su caniche Charlie. Ya me lo imagino: Golfo y yo en una playa paradisíaca de la India. En invierno, eso sí.
